Bernarda y Martina tienen 7 años. Nacieron el mismo día, un 20 de agosto de 2014. Se conocen de salita de 4 y desde entonces se volvieron inseparables. Van al Instituto Privado Nuestra Señora del Rosario del Milagro, en la localidad de Jesús María, y hace unos días fueron protagonistas de una hermosa historia de amistad.
Elizabeth, la seño de primer grado, capturó un emotivo momento de las pequeñas cuando estaban en el recreo. Sentadas sobre el tronco de un árbol, se las podía ver jugando y comunicándose a través del lenguaje de seña. Todo a su manera. Ambas muy felices.
Esa escena llegó al corazón de muchos cordobeses. Seguimos en El Doce pudo conocer la historia detrás de ese video. Martina tiene hipoacusia y hace poquito le colocaron un implante en el oído. Al tiempo que acude a un centro de rehabilitación en Córdoba Capital.
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Entre las niñas no existen las diferencias y eso quedó demostrado. Lucía Peñaloza, la mamá de Martina, expresó su emoción porque nunca había visto a su hija comunicándose con las amigas del colegio. Pero “siempre supo que Berni era muy compañera”.
Por su parte, la docente reflexionó: “Los niños no cuestionan, ven con naturalidad y me gustaría que sigan así por el bien de ellos. No hablan de diferencias ni ven diferencias”. Insistió en que no existen prejuicios como entre los adultos.
“Es más de la mente del adulto esto de condicionar a los demás o verlos con ciertas diferencias, cuando en realidad son particularidades que deberíamos aprender a verlas y de manera más positiva”, sostuvo. “Estamos en una sociedad que debe terminar de ver estas cosas como asombrosas o que hay que mejorar”, agregó.
Siguiendo esa línea, la mamá de Martina consideró que aún queda mucho por aprender: “Falta inculcar valores, empatía y educación para que los nenes sean felices”.
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