Después de estar desaparecido por más de 20 horas, encontraron a Kimey Dominic De Moraiz, de tres años, en la casa de un vecino de San Francisco Solano, Horacio Armando Soto, de 38 años. Se trataba del mismo hombre de nacionalidad paraguaya con el que fue visto caminando el miércoles a las 19:00 y que las cámaras de seguridad registraron.
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Dos vecinos que reconocieron a Soto se animaron a ingresar a la fuerza para rescatar al pequeño que se había escapado de su casa cuando su mamá lo dejó al cuidado de un adolescente de 16 años. Según trascendió, Kimey estaba en una habitación y tenía mucha sed. “Estaban los dos sentados en una cama. El muchacho se levantó asustado y Kimey se me tiró encima, se quería ir”, indicó uno de los vecinos.
Un día después del hallazgo, la causa dio un giro inesperado. El fiscal a cargo de la investigación imputó al hombre que mantuvo cautivo al nene por el delito de rapto y abuso sexual con acceso carnal agravado luego de que, a partir de los exámenes médicos, descubrieran signos en el cuerpo del niño compatibles con una violación.
De acuerdo a lo que señaló el fiscal tras el informe médico, las lesiones que presenta el niño pudo haber sido realizada con un "elemento duro romo". Por esta razón, será sometido a preguntas a través de una cámara gessel.
Giuliana, la mamá de Kimey, aseguró que aún no sabe si va a iniciar acciones legales contra el acusado. "Creo que no tuvo maldad. No hubo mala intención. Habrá sido una locura. Lo vio solo, inocente, descalzo y se lo llevó", agregó.