Cuando el cielo se tiñe de negro, el viento sopla suavemente y el olor a lluvia se siente en el ambiente, algunos aprovechan a sacar las plantas, otros guardan el auto por si cae granizo pero los científicos del “Proyecto Relámpago” salen a cazar, literalmente, tormentas.
Cada día es un nuevo desafío y la ruta nunca es la misma. Antes de las 6 de la mañana, todo el equipo se junta en el centro de operaciones que está en Villa Carlos Paz, revisan los satélites y ven en el mapa adónde pueden desarrollarse las tormentas y cuál sería su intensidad. Fijan las rutas para cada uno de los cuatro camiones satelitales (todos vienen de Estados Unidos), de las cinco camionetas, las cuales cuentan con una aparatología menor, y hacen de apoyo relevando otros puntos adyacentes a la tormenta.
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Además, hay una avioneta propia que sobrevuelan zonas afectadas por el mal tiempo. También hay 10 antenas instaladas en los caudales de ríos, esto es para determinar cómo las tormentas afectan los cursos de agua. Gran parte de todos estos equipos utilizados fueron provistos por la Agencia Aeroespacial Norteamericana (NASA) y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.
Los radares móviles (camiones, camionetas y avioneta) y los fijos (antenas en los ríos y la central ubicada en Villa Yacanto de Calamuchita) son los encargados de juntar todos los datos. Toda esta información será procesada y se estima que la conclusión final estará en algunos años, esto se debe a la cantidad de datos recolectados en estos meses.
¿Quiénes se van a beneficiar?
En principio, la población en general porque el “Proyecto Relámpago” busca comprender cuáles son las variables naturales que hacen que en el Sureste de Sudamérica ocurren las tormentas más severas del planeta y por qué tienen tanta actividad eléctrica.
La finalidad es poder pronosticarlas con más precisión y determinar la gravedad de las mismas para alertar a la población y evitar que haya consecuencias graves. Otro sector que se va a beneficiar es el agropecuario, ya que contará con información clave que le permitirá tomar decisiones estratégicas para la gestión del riesgo climático.