Jonathan Luna, el tucumano de 26 años, es el único sospechoso del crimen de Micaela Ortega. En las próximas horas declarará ante el fiscal y será imputado de "homicidio criminis causae".
Su confesión fue clave para encontrar el cuerpo de la nena que estaba desaparecida hace 35 días en Bahía Blanca.
El acusado se quebró ante la policía y terminó con la incertidumbre. Tenía varios perfiles de Facebook y todos con distintos nombres y en todos los casos también, sus contactos eran sólo mujeres y algunas menores de edad.
Luna la llevó engañada a una cita que sería su final. "La maté porque no quiso tener relaciones sexuales conmigo", fue lo que le dijo a uno de los policías. Todo habría acontecido en pocas horas, el mismo día en que la chica se fue de su casa.
Micaela tenía golpes en el cráneo y fue estrangulada con una remera. Si bien los primeros datos de la autopsia no encontraron rastros de una violación, los investigadores no descartan que haya sido víctima de un intento de abuso.
Jonathan estaba cumpliendo una condena en una cárcel de Río Negro por robo. Se escapó durante una salida transitoria y tenía pedido de captura.