Los allegados de los seguidores de Marcelo Bazán coinciden: la red que lidera el conocido psicólogo, detenido desde hace una semana, funciona como una secta. Cuentan que los jóvenes, muchos estudiantes de psicología o profesionales recibidos recientemente, cortan sus vínculos con su entorno, se mudan, se someten a prácticas sexuales impuestas por el líder de la Fundación Dolto y hasta le transfieren bienes a su nombre.
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Familiar de una de las víctimas de Bazán, relató que "hace un año y medio no ve a su ahijada". "Lo único que sabemos, y estamos contentos, es que está viva", agregó la mujer. Además, reveló que muchas de las víctimas eran sus pacientes: "Son como 25 y cada día nos enteramos de más cosas aberrantes que cometía este señor".
En el informe también trazamos un perfil de Bazán, con algunas de sus expresiones más polémicas, tildadas de misóginas y homofóbicas. En uno de sus posteos en Facebook, da cuenta de eso.
La fiscal de Río Segundo, Patricia Baulíes, que mandó a la cárcel al psicólogo y a otros tres presuntos cómplices, detalló que dispuso las nueva ola de detenciones por la cantidad de armas secuestradas en los primeros allanamientos. Además, precisó que ella no investiga los presuntos abusos sexuales sino únicamente una denuncia por extorsión y amenazas. Pero contó que en el marco de su investigación descubrió indicios de que la red tendría las características de una secta.
Esta semana, estuvo en Córdoba coordinando las denuncias de las víctimas el experto en sectas Pablo Salum, líder de la ONG LibreMente. En la nota enumera los delitos que se habrían cometido al amparo de esta red de consultorios y centros de estudios, y anticipa que habrá más denuncias.