Este viernes, me sorprendió la cremosidad del risotto de hongos que fue el plato principal. El risotto parece un plato muy sencillo pero requiere de mucha destreza en su elaboración.
El grano de arroz cuenta y el carnaroli, que más redondito, es el ideal. Les aconsejo comprarlo en la zona del Mercado Norte, donde hay distribuidoras que lo venden más barato.
Otro secreto es irle incorporando de a poco el caldo y que esté bien caliente para que no corte el proceso de cocción, que tiene que ser a fuego medio. Revolver constantemente para que largue el almidón que le dará la cremosidad. Y cuando está a punto, apagar el fuego para que repose unos minutos y ahí agregarle un trozo generoso de manteca y unas láminas de parmesano.
Bien italiano, sabroso, suculento y con el agregado de los hongos serranos que le dio el toque gourmet.
Para esta servilleta, ese risotto fue una manera excelente de levantarle un poco de temperatura a una campaña provincial bastante fría.