La Justicia de Río Cuarto sigue investigando de forma minuciosa el tiroteo entre policías y ladrones en las inmediaciones de la terminal de la ciudad. El hecho sucedió el pasado 30 de marzo a la noche y uno de los delincuentes murió baleado.
Por el momento, el trabajo del fiscal Daniel Miralles es claro: la víctima, Pablo Villarreal (34) pactó la compra de un celular y, con ayuda de su pareja y otro cómplice, terminaron asaltando a la supuesta vendedora del aparato.
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La mujer forcejeó y luego empezó a gritar para pedir ayuda en una zona transitada de la ciudad del sur provincial. Dos policías que estaban a pocos metros dieron la voz de alto y los delincuentes empezaron a disparar, lo que provocó un intenso tiroteo.
Villarreal murió en el acto a causa de los balazos. Su pareja, Antonela Delgado (28), escapó de la zona y fue detenida al otro día en barrio San José de Calasanz, a pocas cuadras de la balacera fatal. Por último, Matías Nicolás Macho también resultó herido de la balacera y quedó aprehendido tras atenderse en el hospital.
Con las pruebas claras sobre el episodio, el fiscal Miralles dispuso ratificar las imputaciones contra Delgado y Macho, y por eso también las detenciones en la cárcel de la ciudad.
Respecto al accionar de los agentes, desde la fiscalía explicaron: "El suboficial repeló la agresión, en legítimo cumplimiento del deber que imponía su cargo y función, en salvaguarda de la vida, integridad física y propiedad de la víctima”.