El uniformado había cumplido una consigna en el barrio Villa Cabrera, en la madrugada del domingo. El cansancio le jugó una mala pasada y el sueño lo venció. Los ladrones habrían aprovechado la ocasión, para sacarle el arma reglamentaria. Alcanzaron a bajarse del colectivo de la empresa Coniferal, pero el policía se habría dado cuenta.
El hecho se registró cuando la unidad se encontraba en Bulevar Illía y Balcarce. Sin embargo, circuló otra versión sobre el mismo hecho. Dijeron que fue un ataque “piraña” en la calle y que lo habrían agredido, pero luego fue desmentida por el Comisario General, Sergio Gómez.
Uno de los delincuentes fue detenido y el otro se encuentra individualizado. Los problemas con las armas de los policías cordobeses se repiten.
Este martes, se conoció la investigación que realiza el Tribunal de Conducta Policial por la desaparición una pistoal del depósito de la Guardia de Infanteria. En esa dependencia, fue suspendido el jefe de la repartición.