Claudia Asturiano es mamá de cuatro hijos. Pero en 2017 y 2018 sufrió la pérdida de sus dos hijas a causa de un cáncer de mama. La situación se tornó irreversible y fue a través de la ley de muerte digna que pudo brindarles una mejor calidad de vida antes de partir.
Con lágrimas en sus ojos y un dolor que estruje en lo más profundo de su ser, la mujer relató cómo fueron esos días de lucha y acompañamiento. En diálogo con Noticiero Doce, aseguró que "es duro acompañar a un hijo porque como padre uno piensa que se va a ir primero". Sin embargo, aprendió que "en la vida todo puede pasar" y depende de uno "sacar lo mejor para sobrellevar situaciones difíciles".
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"Ves a tus hijos sufrir y decís '¿decime qué hago?, que lo hago'. No es a uno lo que le está pasando sino al otro", reflexionó Claudia. Después de que Romina, su hija más chica le dijera "vos no sabés acompañarme, mamá", empezó a buscar desesperadamente cómo ayudarla.
Fue así que empezó con los cuidados paliativos y, a través de un gran grupo humano y profesional, les pudo mejorar la calidad de vida a sus dos hijas y evitar que ese suceso sea traumático. "No tiene nada que ver con decir si querés morite con una inyección ya. Tiene que ver con que uno tiene que empezar a cerrar lo que uno tiene en lo físico como el dolor, lo emocional, lo que me duele irme y dejar a la gente, lo cognitivo y lo espiritual que tiene que ver con saber a qué vino uno y si cumplió con eso", explicó con profundo pesar.
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Cómo fue atravesar y acompañar ese duro momento
"Uno se apoya en los médicos, trata de sacar al paciente del hospital y llevarlo a su casa donde está su gente querida, donde empieza a cerrar su última página de vida. Donde empezás a celebrar tu vida, tu último momento, tu página", contó Claudia y agregó: "Es celebrar la vida, porque la muerte es parte de la vida".
Además, aclaró que "la decisión la toma la persona que está enferma". "Uuno tiene que apoyar y acompañar, con amor y compasión. Eso solo lo tienen los cuidados paliativos", indicó.
Claudia Asturiano recuerda cada minuto vivido junto a sus hijas y atesora grandes recuerdos que ambas le dejaron antes de partir. "Uno por ahí se pregunta qué hago de ahora en más. Todos los días tiro un beso al cielo y digo es por vos. Fue muy difícil, pero me ha dejado una experiencia, mucha vida vivida", cerró conmovida.