La Cámara de Apelaciones de San Martín ordenó liberar a Paola Elvira Córdoba, la mujer que mató de 185 puñaladas a su marido, Alejandro Naiaretti. Su hija de 18 años, que también había participado del asesinato de su padre, había sido liberada la semana pasada.
Desde el principio, ambas confesaron el crimen ocurrido el 9 de marzo en la localidad bonaerense de José C. Paz y continúan imputadas como "coautoras de homicidio agravado por el vínculo". Los jueces consideraron que no era necesario mantenerlas encerradas mientras avanza la investigación.
Además, los magistrados consideraron el contexto de "absoluta agresividad, explotación sexual (aseguran que Naiaretti la obligada a prostituirse), amenazas y violencia psíquica y física" al que era sometida tanto Paola como los cuatro hijos que tenían en común.
"Ha quedado evidenciado que no solo la imputada Córdoba se encontraba sometida a una sistemática violencia de toda índole por parte de su esposo sino que todo el grupo familiar padecía la irascibilidad de la víctima de estos actuados", explicó uno de los jueces en el fallo.
+ MIRÁ MÁS: Fue abusada durante siete años: “Mi primer beso me lo dio mi papá”
"¿Me van a meter presa por matarlo a él? La muerta iba a ser yo", había lamentado la acusada luego de la detención. Su hermana contó que, luego de otra serie de golpes y amenazas de muerte contra ella y sus hijos, Paola agarró un cuchillo. Él le agarró la mano y la hija, para defender a su madre, fue la primera en apuñalarlo por la espalda. Lo remataron por miedo a que se levante.
Córdoba había denunciado a su pareja por violencia de género al menos siete veces en 15 años.