Podría sonar hasta curioso si no se tratara de una trampa para ocultar un arma que le cuesta la vida a decenas de argentinos cada semana. El sábado, la policía de Godoy Cruz, Mendoza, decidió revisar a dos personas que "se comportaban en actitud sospechosa".
Lo que nunca imaginaron es lo que encontraron tras una breve persecución que terminó, según relata el portal de Diario Uno, a metros de la casa del gobernador Alfredo Cornejo. En una caja de cigarrillos, les llamó la atención una lapicera y cuatro balas calibre 22.
Con un trabajo artesanal pocas veces visto en armas de fabricación casera, habían construido una lapicera-pistola que casi pasa desapercibida. Tras investigarla, confirmaron que estaba lista para matar.
Al igual que las armas tumberas, el arma tenía un pequeño percutor y un calibre bajo. Ahora, investigan quién es el artesano que las está fabricando.