El conflicto de Autobuses Santa Fe se agravó el lunes por la noche y el gremio que nuclea a los choferes anunció un paro general, pero en la mañana de este martes los trabajadores se dividieron. La medida había sido tomada "en solidaridad" con la empresa y para reclamar por mejores condiciones de trabajo..
Sin embargo, desde Coniferal manifestron su malestar por la posición del sindicato. Cuando se esperaba que los colectivos no salgan a la calle, los choferes advirtieron los problemas internos del gremio y prefirieron no perder la jornada de trabajo.
Las unidades salieron protegidas por personal de la Policía de Córdoba por el temor a la reacción de algunos gremialistas piqueteros. Mientras tanto, los usuarios manifestaron la bronca por otro día de conflicto.
Mientras tanto, en Autobuses Santa Fe numerosos choferes también rechazaron el paro y pasadas las 13.30 comenzaron a retomar el servicio. Luego se anunció que circularán con normalidad pasadas las 17 de este martes. Adrián Rojas, delegado de la empresa, aclaró que los choferes no han sido despedidos, sino notificados.
En la noche del lunes, el intendente Mestre había pedido que el servicio se restituya "de manera urgente", negó que el motivo de la protesta sean los seis despidos y denunció una interna sindical. En el mismo sentido se expresó Omar Sereno, ministro de Trabajo de la Provincia. "Es una lástima. Estamos ante una fuerte interna gremial", reiteró en diálogo con Telenoche.
Por su parte, el secretario general de UTA, Ricardo Salerno, le aclaró a El Doce que no estuvo presente en la reunión donde se decidió el paro y dijo "desconocer" la protesta. El dirigente fue insultado por los choferes cuando se anunció la medida. El propio Salerno había firmado la adhesión a la conciliación obligatoria, aunque no adelantó posibles sanciones.