Giro inesperado en el juicio contra los rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa. Este lunes en horas de la tarde, Máximo Thomsen se largó a llorar y rompió el silencio en el arranque de la tercera semana de audiencias.
La reacción del rugbier más complicado se dio en medio de la declaración de su mamá, Rosalía Zárate. La mujer no pudo emitir ninguna palabra en los primeros minutos ni levantar la cabeza. En ese momento, Thomsen no contuvo las lágrimas y quebró en llanto.
Acto seguido le pidió declarar a su abogado Hugo Tomei. La fiscalía lo ubicó en el lugar correspondiente y arrancó. "Quiero pedir disculpas principalmente por que jamás en la vida se me hubiera ocurrido de tener intenciones de matar a alguien", afirmó el rugbier.
"Escuché varias cosas sobre mí varios años. No me reconocía porque generaban tanto odio hacia mi persona, yo jamás en la vida tendría esa intención. Quería hoy en este lugar dar la realidad de lo que pasó eso día, esa noche”, anunció después.
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Thomsen relató paso a paso cómo fue aquel 17 de enero de 2020. Contó que se levantaron como a la una de la tarde y armaron heladeritas para ir a la playa y llevaron alcohol para tomar durante esa tarde. "Cuando se estaba haciendo de noche ya estábamos medio mamados", completó.
Para esa noche, siguiendo su declaración, almorzaron, hicieron previa e ingresaron a Le Brique entre las 3.30 y 4 de la madrugada. "Fui el primero en entrar y fui directo a la barra a buscar la consumición", sostuvo. Añadió que había mucha gente dentro del boliche y que en un momento un patovica sacó a uno de sus amigos. "Un seguridad me agarró a mí y me asfixió, me rendí porque sabía que no podía zafar", apuntó.
Después, el rugbier llegó a la parte central de su testimonio. Se victimizó y negó ser "el líder y organizador" de la golpiza a Fernando Báez Sosa. "Vi una ronda con gente desconocida y dije 'se van a pelear'. Me metí a sacar a uno de mis amigos y me metieron una piña en la cara", manifestó. Eso causó su "reacción a patadas".
"Me metí a pelear porque vi que eran muchas personas contra una. No sé si le pegué a Fernando, no recuerdo a quién le pegué ni cómo. En el momento estaba como en shock con todo lo que había pasado antes y entré en esa situación", agregó.
Sobre cuándo se enteró del crimen, señaló: "Al otro día supe lo que había pasado. Cuando estábamos todos en el piso, (la Policía) nos dice: '¿Ustedes saben por qué están acá? Ustedes mataron un pibe'. Ahí me empezó a dar vueltas todo en la cabeza y me puse a vomitar, pero yo hasta el día siguiente no lo creía, mi cabeza no lo podía procesar porque yo no lo entendía”.