"Cada vez que hemos salido denunciando algo siempre viene un zarandeo", señaló el padre Mariano Oberlin en referencia a la balacera contra su fundación de Campo de la Ribera. En Telenoche, el cura vinculó el ataque con su denuncia por un intento de robo sufrido la semana pasada.
Por otro lado, admitió que analiza dejar la parroquia “Crucifixión del Señor” de barrio Müller, adonde llegó hace 13 años y desde donde viene denunciando el avance de los narcos y otros grupos delictivos que aquejan al sudeste de la capital.
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Luego de los disparos del martes a la tarde en Campo de la Ribera, Oberlin advirtió que si bien los ataques o amenazas son reiterados cada vez que hace público algún acto de violencia "nunca pasó algo como esto". Y agregó: "Una cosa es que nos hayan amenazado, incluso con armas, y otra cosa es que disparen habiendo chicos en el espacio".
- ¿Viene considerando la posibilidad de pedir un traslado, de dejar el lugar?
- A comienzos de este año yo estaba muy agotado, pero no solo por esto sino por varias situaciones, incluso internas de cansancio, por ahí de frustraciones, y le pedí al obispo un cambio de parroquia. Después charlándolo me comprometí a seguir este año y lo vamos a seguir charlando. Pero sí, la verdad es que he estado muy agotado.
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Consultado por el futuro de su obra a la que asisten chicos en rehabilitación por problemas con el consumo de droga, respondió: "La verdad es que si me voy la idea sería ser cura en donde el obispo me mande y tratar de vivir plenamente eso".
"Gracias a Dios la fundación se ha ido conformando de mucha gente que es muy responsable, que le pone muchas ganas y creo que si yo me voy va a seguir funcionando. Pero todavía hay cosas para seguir aportando y en la medida en que pueda vamos a tratar de seguir", aclaró el padre Oberlin.
Falta de acciones
Al referirse al ataque contra la fundación, el sacerdote manifestó su preocupación por la falta de respuesta policial. "Lo veo como muy inactivo, hemos tenido quejas porque han tenido acciones abusivas con chicos que no habían hecho nada, pero no significa que ante un hecho concreto y real no tengan que actuar", declaró.
"La sensación que tenemos es que no están haciendo nada", aseveró Oberlin, a pesar de destacar el diálogo y la buena relación que mantiene con las autoridades de la Policía.
Resaltó que "la gran mayoría del barrio quiere vivir dignamente" y atribuyó las acciones delictivas a pequeñas organizaciones o clanes familiares.