Roberto Salas desde Salta y Agustín Salas desde Tucumán. Esa es la realidad que abuelo y nieto deben sobrellevar desde enero. La cuarentena extendió la estadía que sólo iba a ser para recibirse de abogado.
Cuando comenzó el 2020, Agustín tenía todo planificado para que fuera sumamente especial. En julio su mamá cumplía 50 años y el regalo iba a ser su título universitario.
“Yo quería recibirme a mitad de año porque mi mamá cumplía 50 años en julio y entonces yo dije el regalo de los 50 es la sorpresa con el título porque yo nunca había avisado en mi casa”, cuenta Agustín y agrega que por la cuarentena no sólo no pudo cumplir su idea, tampoco pudo estar con su mamá en su cumpleaños.
La sorpresa llegó en agosto
Las únicas dos materias que le quedaban ya están rendida y aprobadas. Fue en el mes de agosto que llegó la sorpresa para toda la familia y mucho más para Roberto.
El abuelo de Agustín emocionó a un país con el video del momento en el que se entera que su nieto ya es abogado.
La emoción se entiende al conocer la historia completa. En la charla, Don Salas, como todos lo conocen en Orán, cuenta que cuando su hija se casó y tuvo a Agustín se quedó sola y fueron él y su señora los que asumieron parte de la crianza
“Yo y mi señora, que somos sus abuelos, lo cobijamos, Agustín se formó con nosotros, lo llevamos al jardín de infantes, en fin, todas las cosas de una niñez se la dimos acá de parte de mí y mi señora con profundo cariño”, cuenta Roberto.
A pesar de las ausencias, el amor sobraba en esos abuelos que hicieron todo para Agustín fuera feliz: “Él a su padre lo lloró mucho tiempo, en fin esas cosas de chico pero después se fue pasando esa cosa de chico, ese dolor y se fue más aclimatando a nosotros”, relata Don Salas y agrega: “Yo venía del trabajo y me lo tenían preparado y lo llevaba, haciéndolo jugar con las naranjas que hay en las calles, y así hacíamos una pelotita e íbamos jugando en la vereda”.
Cuando uno escucha el relato entiende que las lágrimas no sólo eran de Agustín que no quería quedarse en el jardín. También había lágrimas de Roberto por querer llevárselo de nuevo con él.
Pero juntos transitaron el jardín, la primaria y la secundaria. El importante momento de la Universidad los llenó de orgullo pero también de kilómetros de distancia.
“Allí ya empezó a llenarnos de satisfacciones, que aprobaba y esas cosas, era muy detallista, a él no había que decirle tenés que estudiar”, cuenta Roberto lleno de orgullo y satisfacción.
Juntos a la distancia
El encuentro virtual entre Roberto y Agustín en el programa Arriba Córdoba vuelve a llenarlos de emoción y el abuelo vuelve a decirle las mismas palabras una y otra vez: “Sos mi vida”, y cuenta que todos los fines de semana hablan para saber que están bien.
Desde el mes de enero Roberto y Agustín no pueden verse personalmente. La cuarentena los mantiene alejados y solo pueden comunicarse a través del teléfono.
“El medio sería mi hermana, ella es la que le conectó la computadora porque mi abuelo como que mucho no utiliza teléfono ni nada, entonces como que ella es mi vínculo”, cuenta Agustín quien espera el momento en que las fronteras provinciales se abran aunque sabe que todavía está difícil.
Por ahora deberán conformarse con la virtualidad y es en ese formato que Don Salas quiere saludarlo y aconsejarlo en la misma medida: “Esto no tiene palabras para explicarlo hijito, la emoción que siento (…) Cuidate mucho papito, con todo esto de la pandemia, cuídate mucho”.
+VIDEO Mirá la entrevista completa a Roberto y Agustín.