Lucio Abel Dupuy tenía cinco años. Fue asesinado a golpes en Santa Rosa, provincia de La Pampa. Su mamá Abigail Páez (27) y su pareja Magdalena Espósito Valenti (24) quedaron detenidas.
Mientras avanza la investigación, se difundieron los mensajes de una vecina que escuchó cómo le pegaban al nene. Como el parlante de su celular estaba roto, le pidió a un familiar que llamara urgente a la Policía.
"Sacale la ropa y cagalo a palos, dejalo marcado porque lo mato yo", ese fue el grito que escuchó del otro lado de la pared. Ocurrió el 25 de agosto. Sin embargo, la Policía nunca acudió al lugar porque “le pasaron mal la dirección”.
La autopsia
La madre llevó al pequeño convulsionando a una sede judicial. Le hicieron RCP y luego lo trasladaron de urgencia al Hospital Evita, donde confirmaron el lamentable desenlace. Tenía sangre en la boca y hematoma en algunas partes de su cuerpo.
+ MIRÁ MÁS: Los mensajes de la pareja de la madre de Lucio, el nene asesinado en La Pampa
Uno de los resultados que arrojó la autopsia fue que Lucio murió a causa de los politraumatismos. El especialista Juan Carlos Toulouse, a cargo del estudio, reveló que la víctima presentaba signos de lesiones anteriores.
“No hablo de todo lo que tenía por respeto al nene y a la familia pero tengo 27 años de forense y 5 años en La Plata, he visto nenes y traumatismos, pero esto así no lo vi nunca”, expresó horrorizado.
Una muerte anunciada
En medio del dolor, la abuela paterna, Silvia Gómez, recordó cuando Lucio le contó que era maltratado. “Una vez fuimos al hospital. Y Lucio decía ‘Abi pegó acá y acá’. Se señalaba la mano y la cola”.
Sin dudarlo, le advirtió a la exnuera y le pidió que “le dijera a Abigail que no le pusiera la mano encima a su nieto”. Desde entonces, se desató una interna familiar y ya no le permitieron ver al nene cuando en agosto del año pasado Magdalena obtuvo la tenencia de su hijo.
“Todo el sistema, Niñez, la Policía y las abogadas siempre nos decían: ‘es la madre’. Nadie revisaba lo que pasaba”, cuestionó y exigió justicia.
La lucha para ver a Lucio
El abuelo, Ramón Dupay, contó que cuando su nieto cumplió dos años y la madre regresó y reclamó la tenencia, comenzó el drama y la situación llegó al extremo.
Ya no le permitían verlo y cuando cambiaba de opinión les exigía dinero: “Nosotros pedíamos a gritos tenerlo, suplicamos, hasta pagamos dinero para poder verlo”. “Me cobraba 3 mil pesos para verlo por videollamada”, contó con bronca.
“La Justicia se lo entregó con el argumento de que con la madre iba a estar mejor”, denunció con bronca al recordar cuando Magdalena logró la tenencia. “Mi hijo lo tenía como un rey, no le faltó nunca nada, nunca sufrió un maltrato”, sentenció.