A un mes de aquel extraordinario hecho en Rafaela, donde una hostia consagrada sudó sangre, otro maravilloso milagro se presentó en una Iglesia. Esta vez, el fenómeno tuvo lugar en la Parroquia Santa Teresita de la ciudad entrerriana de Paraná.
Allí había un grupo de personas rezando cuando de repente observaron que la imagen de la Virgen de los Dolores estaba llorando sangre. Quedaron conmocionados al ver ese misterioso acto.
Desde la Iglesia aseguraron que van a realizar los estudios correspondientes para confirmar a qué se debe. Mientras tanto, los fieles podrán acercarse a la parroquia para presencias la efigie y orar frente a ella.
Por su parte, el sacerdote Diego Rauch, aseguró que esto es un “llamado profundo a vivir nuestra fe con mucha serenidad” y que “el pedido de la Virgen es conversión del corazón”.