María Rosa Daglio, psicóloga de 56 años, murió por los golpes provocados por un motochoro que la asaltó en Ramos Mejía, Buenos Aires. La autopsia reveló que la mujer sufrió una hemorragia interna luego de haberse caído cuando el asesino la arrastró para robarle la cartera.
En la noche del lunes la Policía logró detener al sospechoso en la ciudad de Castelar. Se trata de un delincuente con frondosos antecedentes.
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Alejandro Miguel Ochoa (55) estaba preso en la cárcel de Batán pero fue beneficiado con la excarcelación el 9 de octubre de 2020, en plena cuarentena por la pandemia del coronavirus, a pesar de que aún no había cumplido su pena.
Ocho robos, dos condenas y estaba libre
Según el expediente judicial, el motochoro tiene dos condenas por ocho asaltos contra mujeres y debía estar cumpliendo su pena dentro de la prisión. Clarín informó que Ochoa fue favorecido por las excarcelaciones dispuestas con el motivo de evitar contagios de COVID-19 dentro de las cárceles.
En 2017 el delincuente fue condenado a 8 años y medio de prisión por asaltar con su moto a dos mujeres en 2016: una de las víctimas sufrió graves fracturas en su brazo al quedar enganchada en la cadena de la motocicleta y ser arrastrada varios metros cuando Ochoa intentaba huir.
Durante el juicio por dichos asaltos, en sus antecedentes penales saltó que el ladrón ya tenía otra condena previa por seis robos con la modalidad de motochoro. En todos los casos las víctimas fueron mujeres.
El crimen de la psicóloga
María Rosa Daglio, mamá de cuatro hijos y abuela de dos pequeños niños, estaba hablando por teléfono en la vereda cuando fue sorprendida por la espalda por el motochoro.
El delincuente le arrebató la cartera y la arrastró al suelo con violencia. La mujer estaba desprevenida y cayó al piso de manera violenta: los golpes le provocaron heridas internas fatales.
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En un primer momento se informó que había fallecido por un infarto, pero luego la autopsia confirmó que fue a raíz del violento sacudón que le provocó el asesino.
Ochoa fue detenido tras un llamado al 911 de un testigo que lo identificó. Cuando lo detuvieron hallaron también la moto y el casco que utilizó durante el crimen, los cuales según los vecinos habían sido puestos a la venta tras conocerse la muerte de la psicóloga.
"Esto es tierra de nadie. Este tipo podría haber hecho lo de mi madre antes. Tenía un montón de causas, las demás mujeres tuvieron la suerte que mi mamá no tuvo. Ahora queremos que le den perpetua", dijo con dolor Pilar, una de las hijas de la víctima.