El 8 de marzo fue el Día Internacional de la Mujer Trabajadora y las cifras del acceso al trabajo son preocupantes y poco alentadoras. Cada 8M, las mujeres vuelven a las calles ante la falta de recursos e ingresos propios y una desigualdad de género que no cesa.
Carolina Villanueva, licenciada en Ciencias Políticas y Gobierno y cofundadora y directora de Grow, género y trabajo, dialogó con ElDoce.tv y remarcó cuáles son las conquistas pendientes con las mujeres en el mundo laboral formal.
“La autonomía económica, que es que las mujeres toman decisiones sobre su propia vida y tienen dinero en el bolsillo, es lo que no ha mejorado en general”, sostuvo. En el sector privado en condiciones de formalidad, las mujeres ocupan el 30 por ciento y desde el 2000 a esta parte “las estadísticas no se movieron casi ni en un punto porcentual”.
Las mujeres están representadas en las industrias menos dinámicas de la economía, industrias con niveles de remuneración más bajos, en los servicios, en la educación, en la salud y en el trabajo doméstico -industria que no supera el 30 por ciento de formalidad-.
En Córdoba, la tasa de actividad es muy similar a la del total urbano que mide la Encuesta Permanente de Hogares. La brecha de género es de 22 puntos porcentuales, ligeramente por encima del promedio nacional que es de 20 puntos porcentuales. En el tercer trimestre del 2022 se observó que el 51 por ciento son mujeres, mientras que los hombres se ubican por encima del 70 por ciento.
Indicadores del mercado laboral de Córdoba y Río Cuarto. Fuente EPH 3t 2022
División sexual del trabajo
Villanueva remarcó que las mujeres están representadas en empleos de servicio, mientras que los hombres en industrias más dinámicas donde tienen mejor remuneración. “Las mujeres en Argentina no ocupan puestos operativos porque se considera que los espacios de planta no pueden ser ocupados por mujeres”, detalló la cofundadora y directora de Grow.
Por eso, adentro de una empresa las mujeres están en áreas como recursos humanos, de comunicación, relaciones institucionales, y los hombres en tecnología, operaciones, en las zonas estratégicas de negocio. “Eso genera una división del trabajo que habla de las condiciones salariales sobre todo”, apuntó.
Sumado a que “el mercado laboral está lleno de ejemplos en donde de forma inconsciente todos creemos que las mejores decisiones las toman los varones”. Y ahí es cuando aparece el concepto conocido como techo de cristal, que es el escaso nivel de las mujeres en los cargos de decisión.
Para la licenciada “está asociado al modelo de liderazgo” y destaca que “los varones están muy cómodos en sus espacios de poder y sin dudas existen personas conscientes que tampoco quieren que las mujeres manden”.
Las mujeres en la política
Siguiendo con la lucha por espacios de decisión equilibrados, Carolina Villanueva señaló que "la política es el espacio más difícil para que una mujer sea exitosa" porque "son espacios violentos, masculinizados, con códigos horribles, donde no hay horarios, conciliación con la vida familiar".
"Las mujeres que aguantan eso son pocas. Y eso tiene que ver con las condiciones del entorno. Los climas de trabajo no favorecen a que las mujeres crezcan. Son climas hostiles, puede haber casos de acoso, hay como muchas cosas que van tejiendo esa red y hace que las mujeres en algún momento abandonemos los cargos de poder", subrayó.
Al ser consultada si hubo una evolución en la paridad de género en los equipos políticos, fue contundente: "No tanto, solo hubo grandes avances en lo que es la ley de representación en los partidos políticos para los cargos legislativos". Sin embargo, no observa que las grandes discusiones en la política estén marcadas por una agenda de género.
Ciudar en igualdad, otra deuda pendiente
Si bien Villanueva destacó que hay organizaciones disruptivas y países que invierten en políticas públicas para tener una mejor inserción en las mujeres y otras diversidades de las economías, “la principal deuda para que las mujeres puedan tener tiempo para trabajar es tener buenas políticas de cuidado”.
La desigualdad en las tareas de cuidado refuerza el estereotipo de que la mujer es la única responsable, hay una visión maternalista. En ese sentido, la licenciada en Ciencias Políticas y Gobierno afirmó que en Argentina, las mujeres dedican casi siete horas del día para tareas de cuidado.
“Esas horas que destinás al cuidado no las podés destinar al mercado laboral o en la vida porque el día tiene 24 horas. Tenés que dormir algunas, trabajar algunas y cuidar algunas”, resaltó. Y agregó: “Las mujeres salimos al mercado de trabajo y los varones no ingresan al hogar, no toman mayores tareas. Por eso la brecha en la actividad económica es ampliamente amplia más allá de dónde nos insertemos”.
A pesar de que ingresó al Congreso Nacional un proyecto de ley Cuidar en Igualdad, que significaría un avance en el país con un sistema integral de cuidado, con inversión y licencias más equitativas, parece “no haber muchas expectativas a que las cosas cambien”.
“Eso es el tiempo de las mujeres, ahí estamos nosotras sosteniendo en ‘en nombre del amor’ el proyecto familiar mientras los hombres salen a trabajar”.