El horno no está para bollos en la Municipalidad de Córdoba debido al conflicto que los empleados tienen con las autoridades por el Ente autárquico de Servicios Públicos.
El panorama se recalentó, durante la mañana, después de que los municipales escucharan que el intendente Ramón Mestre habría decidido descontarles las horas de asamblea.
Todos comenzaron a bajar hasta la planta baja de la sede central del municipio y armaron una asamblea sorpresiva en la que no faltaron bombos, cánticos y papelitos. Obviamente, la atención se vio afectada.
Los empleados están en contra del organismo votado por el Concejo Deliberante y vienen realizando protestas en todos los turnos durante varios días. Mañana estaba prevista una asamblea general en el Palacio 6 de julio para decidir si van a un paro general.
Tanto adentro como afuera del edificio, reforzaron la seguridad con más presencia de policias.