El ladrón que se encontraba en grave estado, tras ser baleado por el dueño de la casa a la que habría entrado a robar, murió este lunes en el Hospital de Urgencias. Allí estaba internado desde el domingo, cuando recibió un disparo de escopeta.
El joven de 29 años resultó con lesiones en el cuello y el rostro que terminaron siendo fatales. Según le afirmó a ElDoce.tv el fiscal Pedro Caballero, el fallecido tenía antecedentes por robo. "Todo indica que fueron cuatro o cinco personas que ingresaron armadas y con fines delictivos", señaló.
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El dueño de la casa, ubicada en el Camino San Carlos (zona sur de la ciudad), estaba imputado por "lesiones graves calificadas por el uso de arma de fuego". Aunque ahora cambiará la acusación, Caballero confirmó que el hombre de 68 años continuará en libertad.
El fiscal entiende que se trató de un caso de "legítima defensa privilegiada". "Son aquellos casos en los que una persona sorprende a un agresor dentro de su domicilio y el Código Penal autoriza a defenderse causándole un daño, en la medida que el delincuente haya adoptado una actitud agresiva", explicó Caballero en Noticiero Doce.