Santino Godoy (4) había participado de la campaña de vacunación nacional de sarampión. Su rostro feliz aparecía en el spot publicitario y cautivó a más de un argentino con su brillante sonrisa. Sin embargo, se desdibujó la semana pasada cuando comenzó con un cuadro de fiebre y vómito que terminó en desenlace fatal.
El nene se descompensó en los brazos de su mamá cuando aguardaban ser atendidos en el hospital bonaerense de la localidad de San Miguel. Fue reanimado durante una hora y media, pero no hubo caso. La autopsia reveló que tenía neumonía bilateral no diagnosticada. Su familia denuncia mala praxis.
Un vía crucis para recibir asistencia
Todo comenzó el pasado miércoles cuando su mamá, Agustina Blanco, lo llevó al hospital municipal Larcade de San Miguel. Tenía mucha fiebre y vómitos. Según contó la mujer a TN, los médicos le dijeron que era un cuadro de laringitis viral.
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Le dieron el alta a las dos horas. Pero cuando llegó a su casa, el niño seguía con fiebre. La temperatura no bajaba. Ante esta situación, Blanco se presentó con su hijo otra vez en el centro de salud: “Vomitaba el remedio y no quería comer”.
Fue asistido por otra médica, quien le inyectó reliveran. Santino volvió a vomitar, por lo que le hicieron análisis de orina y le colocaron suero. La mamá denunció que pidió le realizaran exámenes de sangre, pero se lo negaron porque “seguramente era una gastroenteritis”.
Era el segundo diagnóstico errado que le hacían en el mismo día con pocas horas de diferencia. Otra vez le dieron el alta, pero la salud de Santino no mejoraba. Agustina Blanco lo llevó por tercera vez al hospital: “Le dije a la doctora que estaba muy débil, pero no me escuchó y me dijo que tenía broncoespasmos, que me quede tranquila que seguro una meningitis no era”.
Pese a que la mamá le dijo que lo derivara al Hospital de Niños, la médica le insistió a que se quedara y ordenó que durante una hora le hagan una serie de oxígeno y puff. “Estuvimos una hora con Santi y empezó delirar”, recordó la mamá. Volvieron a repetir el oxígeno y en ese momento, el nene se desvaneció en los brazos de ella.
“Lo llevé yo corriendo al shock de enfermería, no lo habían llevado ni a terapia. Intentaron reanimarlo una hora y media, pero no pudieron”, expresó con profunda desolación.
La autopsia reveló que la causa de muerte era una neumonía bilateral: “Me decían que estaba débil porque venía sin comer y por los vómitos, pero Santi tenía otra cosa. Me dijeron que me lo iban a atender y mi hijo se terminó muriendo”.