Todo comenzó una noche de 2000, cuando un grupo de policías llegó a una casa donde había niños abandonados.
Marlis Tabbach y Miguel Angel Devalis eran policías, hoy están jubilados, llegaron a la vivienda donde estaban siete menores, de entre tres meses y 10 años, bajo la responsabilidad de la nena mayor.
Eran cinco hermanos y dos primos de ellos, la madre los dejaba solos porque trabaja por la noche. En el lugar se encontraba Sabina que en ese momento tenía un año.
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Los pequeños fueron trasladados al Hospital Zonal, donde se realizaron los controles y se los debió asistir en diversos cuadros de salud, la mayoría relacionados o derivados de la desnutrición.
Fue ahí cuando la pareja de policías, sin dudarlo, se presentó para adoptar a Sabina, quien padecía convulsiones y más tarde le diagnosticaron un retraso mental grave.
En diálogo con Arriba Córdoba, Miguel, el papá de Sabina, contó: “al mes nos dieron la tenencia y comenzamos con una guarda judicial, hasta hoy”.
Cuando llegó Sabina a su nuevo hogar, Marlis, quedó embarazada y la alegría fue mayor, ya que la pequeña creció junto a Dafne, con quien se llevan pocos años, y son muy compañeras.
La familia celebra con orgullo que “desde mayo de 2017, Sabina no tuvo más convulsiones”, ya que le realizaron todos los controles y cuidados que esta nena necesitaba.
Hoy festejan que pueda llevar el apellido de ellos, la familia que la cría desde bebé con un amor incondicional.