Después de la jornada número 13 en el juicio contra los ocho rugbiers por el asesinato de Fernando Báez Sosa, una multitud se congregó en el Anfiteatro Municipal del Parque Libres del Sur, de la ciudad de Dolores. En el lugar, se organizó un homenaje por el tercer aniversario de la muerte del joven, del que participaron alrededor de 2500 personas.
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Bajo las consignas de "Justicia es perpetua" y "Fernando presente", el acto se resumió en el desgarrador pedido de Graciela, la mamá del joven fallecido en Villa Gesell: "No queremos venganza, solo queremos justicia y que Fernando pueda descansar en paz".
En el recinto se realizó una oración interreligiosa, que en el final contó con las palabras de Silvino y Graciela Báez Sosa. "Necesitamos justicia, paz para seguir viviendo un poco más. No es fácil, cada día nos cuesta más la ausencia de Fernando. Cada vez que me levanto a la mañana es como levantarme con una bolsa enorme a la espalda. Es un peso encima", expresó el padre de Fernando.
"Tenemos fe. Que la justicia actúe como debe ser y que el castigo sea ejemplar. Para que los jóvenes que ahora se divierten en la playa puedan volver con su familia", agregó. Luego, tomó la palabra Graciela, que recordó las circunstancias por las que su hijo planeaba irse de vacaciones con sus amigos a Villa Gesell. "Había terminado el secundario e ingresó a Derecho con mucho sacrificio", contó.
"Me dijo 'mami esta es la última vez que me voy. Mis amigos van a tomar nuevos rumbos y tal vez empiece a trabajar'", relató. Y retomó su pedido de justicia: "Espero justicia ejemplar por Fernando. No quiero venganza. Solo quiero justicia y que Fernando pueda descansar en paz. Y que nosotros tengamos un poco de paz en el corazón".
En la ceremonia, de la que también participaron los abogados de la familia, Fernando Burlando y Fabián Améndola, se prendieron velas, se soltaron globos blancos y se plantó un jacarandá, el árbol preferido de Fernando.
Misa en Villa Gesell
Por otra parte, se llevó a cabo una marcha y una misa en honor a Fernando en la ciudad costera en donde el estudiante de Derecho fue asesinado. Una multitud se reunió en la avenida 3 entre 2012 y avenida Buenos Aires y cerca de las 20 comenzó la ceremonia religiosa al frente del boliche Le Brique, donde ocurrió el salvaje ataque de los rugbiers.
La misa estuvo a cargo del obispo de Mar del Plata, Gabriel Mestre. El cura pidió por justicia y por el "cese del espiral de violencia que tanto mal hace". Encabezada por una bandera que rezaba "Justicia por Fernando: un beso hasta el cielo", también se vieron velas prendidas en la procesión.