Este sábado se cumplen dos meses del asesinato de Joaquín Sperani (14) en Laboulaye. El único acusado y detenido por el caso es un adolescente de 13, amigo de la víctima, quien se encuentra alojado en el Complejo Esperanza de la ciudad de Córdoba.
El crimen de Joaquín causó conmoción a nivel nacional. Fue a la escuela, estuvo desaparecido tres días y el 2 de julio su cuerpo sin vida fue hallado en una casa abandonada en la mencionada ciudad del sur de la provincia.
La investigación judicial continuó su rumbo durante estas semanas. Se peritó la vivienda donde apareció el cuerpo (en especial un aljibe del patio) y también comenzaron los informes interdisciplinarios al único detenido por el asesinato.
Cabe recordar que como el presunto agresor tiene 14 años, es inimputible. Según el Régimen Penal de Menoridad, la imputabilidad es a partir de los 16. Esto quiere decir que los menores de esa edad no pueden ser juzgados ni se les puede imponer una pena por cometer un delito, más allá de que lo hayan confesado, como ocurrió en este caso.
Las pericias apuntan a distintas áreas como de la psicología, la psiquiatría y socioambientales. Los diagnósticos comenzaron el pasado 23 de agosto y continuarán hasta mediados de septiembre, según dijo a Mitre Córdoba el abogado del acusado, Raúl Palacios.
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Por otro lado, el letrado adelantó el pedido que hará ante el juez Sebastián Moro. Tiene que ver con la restitución del adolescente a su seno familiar luego de pasar más de dos meses alojado en un centro penal juvenil.
Palacios comentó que, a la espera de los resultados de las pericias, pedirá "el cese de la medida cautelar" y "el reintegro" del menor de edad a su casa con sus padres, en Laboulaye. La idea de la defensa es solicitarlo cuando culmine esta instancia.