Uno de los policías acusados de matar a Valentino Blas Correas pidió ampliar su declaración en el juicio para intentar despegarse del encubrimiento del crimen. Javier Catriel Alarcón, imputado de homicidio junto a Lucas Gómez, aprovechó su tiempo para referirse específicamente al arma plantada en el lugar del hecho.
Alarcón se despegó de la acusación y apuntó contra Wanda Esquivel, la policía que ya confesó haber depositado el revólver calibre 22 en la escena del crimen para adjudicarlo a Blas y sus amigos.
"Cuando Esquivel recibe el llamado del cabo Leandro Quevedo, me preguntó si tenía un 'tango', si tenía un arma", declaró Alarcón. En su breve exposición, agregó: "Le dije que tenía un revólver viejo y se lo di a ella". Quevedo es el efectivo que dio aviso por radido sobre la presencia de un Fiat Argo con sospechosos.
"En ningún momento la obligué a hacer nada, en ningún momento", dijo Alarcón sobre su compañera.
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Alarcón, señalado por haber disparado contra el Argo en el que iba Blas y otros cuatro compañeros, afirmó que "es el mismo revólver que ella tiró por la ventanilla y luego se encontró".
"En ningún momento la obligué a hacer nada, en ningún momento", insistió al reanudarse el juicio con jurados populares en la Cámara Octava del Crimen.
Alarcón aseguró que se siente "arrepentido y avergonzado" por esa maniobra de encubrimiento. "Pido disculpas a las víctimas y familiares de las víctimas", completó.
Cómo sigue el juicio
Después de escuchar los testimonios de Soledad Laciar y Blas Fernando Correas, los padres del adolescente de 17 años asesinado el 6 de agosto de 2020, el juicio reanudó este viernes con nuevos testigos.
Tendrán su turno los amigos que estaban con Blas en el auto. En primer lugar comenzó su relato Mateo Natali, uno de los chicos que estaba sentado en el asiento trasero del Fiat Argo.
Las declaraciones de los compañeros del joven fallecido generan fuertes expectativas teniendo en cuenta que son los testigos directos de lo sucedido en la fatídica madrugada.