Según un estudio realizado por el Observatorio Judicial de Córdoba, en el primer semestre de 2019 la Policía de Córdoba realizó un total de 5.301 arrestos. Durante los años de la pandemia ese número cayó estrepitosamente por las limitaciones a la circulación.
Sin embargo en 2022, cuando se levantó por completo el aislamiento obligatorio, se hicieron 4.276 detenciones, un 19 por ciento menos. De manera extraoficial desde las fiscalías advierten que los números del segundo semestre fueron aún más bajos.
El dato desconcierta ante la ola de inseguridad que afecta a la provincia. Cabe recordar que semanas atrás el propio secretario de Seguridad, Claudio Stampalija, reconoció el aumento en los robos y crímenes.
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Según explicó Laura González en Telenoche el principal motivo detrás de este fenómeno tiene que ver con la centralización de los arrestos.
Antes de la pandemia quienes eran aprehendidos en Córdoba Capital eran trasladados hasta las alcaldías, distribuidas en las 23 unidades judiciales de la ciudad. Actualmente el procedimiento indica que todos deben ser alojados en un único centro de detención ubicado en Tribunales II.
Esto genera importantes problemas logísticos. Según el relevamiento mencionado, en promedio el ingreso de cada recluso demora cinco horas. Lo que implica que un móvil y dos oficiales deben interrumpir su patrullaje y demás tareas durante ese tiempo.
En su momento, los impulsores de la centralización argumentaron que el objetivo era no mezclar a los delincuentes con ciudadanos. Pero ante el actual escenario desde el Ministerio Público Fiscal reconocieron que revisarán los números para establecer una solución.