Pasaron dos años de la muerte de José Ávila (33) en manos de la Policía de Córdoba en barrio Villa El Libertador. Este miércoles, el juicio llega a su fin con dos uniformados sentados en el banquillo de los acusados.
El vendedor ambulante murió de un balazo en el tórax el 4 de julio de 2020. El suboficial Lucas Navarro está acusado de ser el autor del disparo mortal. El fiscal de Cámara, Marcelo Hidalgo, pidió que sea condenado a prisión perpetua.
Antes de conocerse la sentencia, Navarro hizo uso del beneficio de la última palabra. “Primero en principal quiero pedirle perdón a la familia por lo sucedido”, expresó frente al tribunal de la Cámara Tercera del Crimen.
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Aseguró que “nunca tuvo la intención de matar a nadie, nunca quiso que las cosas terminaran de esa manera”. En ese sentido, insistió: “Lo que pasó fue un accidente trabajando, como declaré y dijo mi abogado”.
El cabo Sebastián Juárez llegó al juicio en libertad. Está acusado por encubrimiento agravado y omisión de los deberes de funcionario público. Al tomar la palabra, pidió que “se descubra la verdad”. “Si cometí un error, creo que lo pagué con creces, solamente eso, nada más”, agregó.
La condena
El tribunal de la Cámara Tercera del Crimen condenó a 11 años de cárcel al suboficial Lucas Gonzalo Navarro, el autor del disparo mortal. Fue encontrado culpable por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
Mientras que el cabo Sebastián Gabriel Juárez recibió tres años de cárcel por encubrimiento agravado y omisión de los deberes de funcionario público. Además, quedó inhabilitado por cinco años para ejercer como policía. Aquel 4 de julio de 2020, el efectivo iba en otra moto de la Policía de la Provincia.
El fiscal de Cámara, Marcelo Hidalgo, había solicitado la condena máxima para Navarro y cinco años y seis meses de prisión para Juárez.
La respuesta de la viuda
Luego de que Navarro le pidiera perdón a los familiares de “Beco” Ávila, la viuda Johana Jaime fue tajante: “Yo al perdón no se lo acepto y la familia tampoco. Hubiera actuado de otra forma si estaba arrepentido”.
“¿Por qué no se arrepintió en el momento y llamó a una ambulancia e hizo lo que tenía que hacer?”, cuestionó al recordar cuando el policía motorizado se dio a la fuga.
Para Jaime, la muerte de su esposo no fue un accidente: “Si vos tirás un tiro a la altura del pecho no es un accidente, sabés lo que estás haciendo”.
La carta del hijo de José Ávila
Papá, me gustaría tanto tenerte conmigo, que me hicieras pollo al disco, que fuéramos a tomar café con leche. Que veas cómo he crecido. Aprendí a leer, a sumar. Mi hermana va a jardín, si vieras lo grande que está.
Papá, cómo te extraño. Cuánta falta me hacés. Estoy creciendo y entiendo menos lo que te hicieron. ¿Por qué a vos, papá? Si eras el mejor padre. No entiendo nada de lo que pasó.
Te amo papá.