Julieta Silva fue condenada a tres años y nueve meses de prisión en el juicio por la muerte de Genaro Fortunato. El muchacho, de 25 años, perdió la vida en septiembre del 2017, cuando su por entonces novia lo arrolló con su auto a la salida de un boliche en San Rafael, Mendoza.
Ante la Justicia, la acusada declaró que lo mató sin darse cuenta y que tuvo "la sensación de haber pisado un pozo". Este lunes, escuchó una sentencia leve: para el tribunal se trató de un accidente de tránsito y cumplirá la pena con prisión domiciliaria. Además, la inhabilitaron para conducir apenas ocho años.
+ MIRÁ MÁS: Hallaron a un matrimonio calcinado en una casa de La Para
Los argumentos de la polémica
La condena fue criticada por la Fiscalía mendocina, que esperaba perpetua y apelará el fallo. Aunque pedía que la juzguen por homicidio agravado por el vínculo, Silva fue encontrada culpable solo como "autora responsable del delito de homicidio culposo agravado".
Los jueces dijeron que no tuvo intención de matar y destacaron que no tenía antecedentes. También la favorecieron por ser madre de dos nenes menores de edad.
La familia, que también reclamaba perpetua, mostró toda su indignación. Graciela Linares, la madre de Genaro, le habló a la condenada con resignación: "¿Por qué Julieta? Genaro te quería".