A casi dos meses de la muerte de Genaro Fortunato, quien fue atropellado brutalmente por su novia, Julieta Silva, a la salida de un boliche en Mendoza, la causa judicial dio un giro inesperado. Este martes, la Cámara de Apelaciones resolvió de forma unánime desechar la carátula con la que fue imputada la joven, que estuvo 52 días en la cárcel.
+ MIRÁ MÁS: El video de los últimos minutos con vida del rugbier
El tribunal de segunda instancia le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria hasta que la causa llegue a juicio oral. Mientras tanto, la fiscal Andrea Rossi deberá cambiar la acusación: se debate entre el homicidio culposo y el dolo eventual. Desde este martes, Silva cumplirá su condena en la vivienda de su padre.
Con esta medida, los jueces concluyeron que “no hubo dolo directo”, por lo que descartaron la imputación inicial de homicidio doblemente agravado por alevosía y por el vínculo, que significaba una pena de prisión perpetua. Si la pena es por dolo eventual, son de 8 a 25 años, y si es por homicidio culposo, va de 2 a 5 años.
Julieta Silva es mamá de dos niños de 5 y 10 años de su anterior matrimonio. El beneficio fue otorgado luego de que argumentara que debía cuidar de sus hijos. Esto provocó la ira de Graciela Linares, la mamá de la víctima, quien entre sollozos dijo: “Escuché hablar de los derechos de los niños. ¿Y quién habla del derecho a la vida? De la que le arrebataron a Genaro”. “Esa mujer nos destrozó la vida”, sostuvo conmovida al hablar frente al tribunal.