A pocos días de terminar el año 2019, el crimen del médico Daniel Casermeiro (61) conmovió a San Francisco. Después de una semana desaparecido, lo encontraron asesinado el jueves 27 de diciembre a unos 15 kilómetros de la ciudad. El hallazgo se produjo en proximidades de Estación Luxardo.
Este martes, la Justicia declaró culpable al único acusado: Gerardo Gette (60). La Cámara del Crimen de San Francisco lo condenó a prisión perpetua por el delito de homicidio calificado por el uso de arma de fuego y alevosía, confirmó La Voz de San Justo. El juicio se llevó a cabo con jurados populares.
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La pena coincide con lo solicitado por la fiscal de Cámara, Consuelo Aliaga. Para la funcionaria existió un móvil económico detrás del ataque al médico ginecólogo. Tanto Casermeiro como Gette tenían negocios en común, según reveló la investigación.
Daniel Casermeiro.
Al hacer uso de la última palabra ante el tribunal, Gette sostuvo: "Me arruinaron la vida, a mí y a mi familia". Manifestó que "hay muchas cosas oscuras" y afirmó que era "confidente" de Casermeiro. "Yo le hacía falta al doctor, no él a mí", expresó.
"Estaba en el mejor momento de la amistad con el doctor, era una amistad sana y no por plata", aseveró el hombre que no pudo evitar la máxima pena. Por otra parte, manifestó: "Desde el primer momento perdí el respeto por la Policía". Tras apuntar sus dudas sobre la fuerza de seguridad, remató: "Cometí muchos errores, pero no soy un ladrón ni un asesino".
Un tiro en la nuca
Según la investigación que realizó el fiscal Bernardo Alberione, Gette mató al médico el jueves 19 de diciembre de 2019 en el maizal donde fue encontrado el cuerpo una semana después.
En la causa se determinó que el asesino le pegó un tiro en la nuca a Casermeiro y sacó un bolso con dinero que estaba dentro del BMW que pertenecía a la víctima.
Aunque Gette negó haber estado con el ginecólogo durante el día de la desaparición, las cámaras de seguridad lo captaron llegando a las inmediaciones del hospital de San Francisco con su camioneta. Las imágenes lo mostraron retirándose en auto con Casermeiro.
El detenido además afirmó que no había estado en la zona donde apareció el cadáver, pero se comprobó, a través de la señal de su teléfono celular, demostraron que sí estuvo en el lugar del crimen ese día.