Cristian "Pity" Álvarez ya se entregó, asumió el crimen y está a disposición de la Justicia. Para hacerlo demoró más de 24 horas, en las que su paradero fue completamente desconocido.
Todo comenzó alrededor de las 2 de la madrugada del jueves en el barrio Samoré de Villa Lugano. Allí, y por motivos que se investigan, le dio cinco balazos a Cristian Maximiliano Díaz, de 36 años y padre de una nena.
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Las teorías son dos: Álvarez disparó luego de reclamarle drogas a la víctima o bien tenía una deuda económica, por lo que discutieron. Lo cierto es que tras disparar, caminó hasta un auto, en el que estaban una mujer que sería su novia y otro hombre, que sería un músico que oficiaba como mánager.
En el auto recorrió pocos metros, frenó, levantó una alcantarilla y tiró el arma homicida que fue encontrada más tarde. Momentos más tarde apareció en el boliche Pinar de Rocha adonde se presentaba Ulises Bueno, tal como reveló Cuarteteando.com.
Sin embargo, el objetivo no era ver el show del cantante cordobés, aunque intentó acceder al camarín y se lo negaron: si propia novia contó que fueron a buscar la ayuda de una persona para fugarse. Allí, dijo la joven de 25 años, decidió dar un paso al costado y alejarse del Pity.
La búsqueda y la entrega
Al mismo tiempo, la Justicia buscaba cámaras de seguridad para reconstruir el crimen. Hasta donde se conoció, no habían encontrado imágenes del momento de los disparos ni de la fuga.
El primer indicio fuerte del recorrido del artista-homicida fue la aparición de su auto, un Volkswagen Polo modelo 2.000. Estaba estacionado en un garage privado a la vuelta del boliche, por lo que se estima que luego huyó en otro vehículo no identificado, informó Clarín.
A la última noche en libertad la habría pasado escondido en la vivienda de un amigo. Minutos antes de las 7 del viernes, se entregó: ahora enfrenta una imputación por "homicidio agravado por el uso de arma de fuego" y podría recibir entre 25 y 35 años de prisión.