El 2 de abril se cumplieron dos años del brutal femicidio de Araceli Fulles: la joven fue abusada, estrangulada, descuartizada y sepultada bajo una losa en la casa de Darío Badaracco. Aunque había nueve imputados por el caso, este hombre era el único detenido. Y fue quemado con agua hirviendo en su celda del penal de Sierra Chica.
El hecho ocurrió el 7 de abril y el acusado murió en el hospital de Olavarría una semana después , este sábado a la noche. "Tenía el 60 por ciento del cuerpo quemado", confirmaron fuentes del hospital a Clarín.
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Además de tirarle agua hirviendo sobre el rostro, tórax, abdomen, región inguinal y piernas, sus compañeros de celda -Silvio Galeano y Rodrigo Emanuel Campos- lo golpearon y patearon. Investigan si se trató de una riña o de un crimen por encargo.
"La verdad, no le deseo la muerte a nadie. Estoy sorprendida. Quería verle la cara, que hablara en el juicio", sostuvo la madre de Araceli, Mónica Ferreyra. Badaracco estaba imputado por "homicidio doblemente agravado por haber sido cometido por una o más personas y femicidio".
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La causa fue elevada a juicio, pero aún no tiene fecha de inicio. Los otros ocho imputados esperan el proceso en libertad.