Durante el anuncio de las nuevas medidas restrictivas para el AMBA, Alberto Fernández dijo algo que molestó mucho a los médicos de todo el país. En medio de la segunda ola de contagios de coronavirus, señaló que el sistema sanitario “también se relajó” y priorizó atender “otro tipo de necesidades quirúrgicas que podían esperar”, lo que, a su criterio, hizo que esté al borde de una saturación.
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Esto generó una fuerte repercusión en las redes sociales, donde los trabajadores del sistema de salud compartieron imágenes y contaron situaciones personales bajo el hashtag #relajadoslaspelotas.
Horas más tarde, el Presidente se retractó en una entrevista radial, aclarando que se refería a las clínicas privadas, quienes "Creyeron que era un buen momento para avanzar en atenciones quirúrgicas que en otro momento suspendieron", y no a los profesionales que luchan contra la pandemia.
Silvia Zidarich, jefa de Terapia Intensiva del Hospital Italiano remarcó que "fueron muy inoportunas sus palabras" y se mostró muy dolida: "Es como que esto es una guerra y mi comandante me manda a pelearla desde el maltrato. El presidente ocasionó un maltrato totalmente innecesario hacia el sector de salud", dijo, en diálogo con Telenoche.
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Para la terapista, que tiene más de 30 años de experiencia en unidad de cuidados intensivos, "los pacientes se vinieron a hacer atender porque tenían necesidades reales, vesículas con cálculos que no fueron oportunamente atendidas terminaron con pancreatitis", explicó, y aseguró que no eran cirugías estéticas las que ocuparon las camas de terapia intensiva sino que son cirugías necesarias.
Con mucha impotencia, la profesional habló de los colegas que perdieron la vida por tratar a pacientes con coronavirus y destacó el esfuerzo que hicieron, no solo en lo profesional. "Lo más preciado que uno tiene en la vida es la familia, los hijos, pero hubo mucho tiempo en donde no había vacuna y estábamos muy expuestos en las áreas críticas. Los que somos creyentes nos encomendábamos a Dios, era muy duro salir y no saber si volvías con el virus a la casa", expresó.
Por último, le dejó su mensaje personal al Presidente: "La historia se va a encargar de juzgar a cada uno por sus hechos. A mí, a usted y a él, y ojalá que sea con la misma vara, por todo lo que estamos haciendo o dejando de hacer".
Otro testimonio
Mariana es trabajadora de la salud, y perdió a su marido, el doctor Anderson Fonseca, que murió en dicicembre al contagiarse de conoravirus. Hoy lo recuerda y asegurá que su esposo "lo dio todo" y nunca se relajó como aseguró el Presidente.