Sábado a las 14.14, pleno centro de la ciudad de Córdoba. Un hombre entró a un kiosco acompañado de su pequeño hijo, de no más de 5 años, compró fiambre y pidió agua caliente. Pagó lo que correspondía.
Hasta ahí todo normal. Pero cuando el encargado del comercio fue a buscar el agua a la parte de atrás del local, el hombre sacó del mostrador un enorme paquete con 80 alfajores de maicena, salió rápido hacia la vereda, y lo escondió en el cochecito de un bebé, que estaba afuera con una mujer.
El hecho indignó a los empleados del kiosco: “No es grave lo que roban, pero exponen a la criatura. Enseña a su hijo cómo apriopiarse de lo ajeno”.
Mirá acá el video que llegó a El Doce y Vos:
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