A mediados de diciembre del 2022, le apedrearon el portón de su casa. Diez días después, rompieron el vidrio del auto de su hijo mayor. En la madrugada de este miércoles, ocurrió el tercer episodio: le reventaron el vidrio de su auto.
Soledad Laciar no puede evitar pensar que fue adrede porque fueron tres hechos violentos en un mes. Todo sucedió después de que ordenaran el receso del juicio por el crimen de Valentino Blas Correas, en el que se espera se dicte sentencia entre febrero y marzo de este año cuando se reanuden las audiencias.
Eran las 4:30 de la madrugada. Estaban durmiendo en su casa de barrio Altos de Villa Cabrera y tenían la ventana abierta para que entrara aire fresco. Fue en ese momento en que escucharon un fuerte golpe. “Se levantó mi marido y vio que eran tres jóvenes”, relató Soledad Laciar en diálogo con ElDoce.tv.
La mamá de Blas Correas aseguró que alcanzaron a ver los rostros y, según le dijo la Policía, hay una filmación en la que aparecen las mismas personas “merodeando por otro barrio”.
“Es el tercer incidente en un mes y me preocupa”, expresó Laciar. Insistió en que “no le parece casual”, aunque en los dos hechos anteriores “quiso pensar que sí”. “Si yo no estuviera en la situación que estoy digo que es un robo más”, señaló en referencia al juicio contra los policías acusados de matar a su hijo en agosto de 2020.
Laciar describió que los jóvenes “salieron caminando muy tranquilos” y desconoce si alguien los esperaba más adelante. Cuando le apedrearon el portón en diciembre del año pasado, recordó que fue una noche cerca de las 21:30 y estaban sentados en el living cuando escucharon el ruido.
Foto: La destrucción en el auto del hermano de Blas.
“Sentimos piedras, salimos y una pareja dijo que andaban unos chicos en una bici y tiraron una piedra. También llamé a la Policía e hice la denuncia”, subrayó Soledad. Luego se produjo el incidente con el auto de su hijo Juan y ahora este nuevo ataque.
+ VIDEO: Soledad Laciar en Noticiero Doce:
“Es inevitable pensar otra cosa y si son ladrones es porque está la zona liberada”, apuntó la mamá de Blas Corras. Y cerró, aún preocupada por lo que está atravesando: “No tengo por qué tener miedo y no me voy a callar. No me voy a quedar con el gracias a Dios no pasó nada”.