Una mujer encontró un gato negro en la calle en la ciudad de San Francisco, Córdoba, que deambulaba sin rumbo alguno. Al parecer, estaba en muy mal estado y decidió llevárselo a su casa.
A pesar de todos los misterios que hay detrás de los gatos negros, ella no tuvo problema en adoptarlo y lo bautizó con el nombre de “Tito”.
Pasaron unos días y la señora observó que el felino comenzó a volverse un tanto salvaje. Por esta razón, decidió consultar con un veterinario porque ya no andaba ronroneando por los ambientes como lo hacía al principio.
Una gran sorpresa se llevó. El profesional le confesó que no era una mascota sino un gato montés. La guardafauna Ernestiva Saravia comenzó los trámites para, llegado el momento, liberarlo y que viva en su hábitat.
Tiene 70 días de vida y pasará unos tres meses de cautiverio hasta encontrarle un destino en un área de montes. Saravia aseguró que se lo conoce como huiña o pantera negra y es un ejemplar extinguido en la región.