El viernes 5 de mayo nacieron trillizas en la Maternidad Provincial Teresita Baigorria de la ciudad de San Luis: dos de ellas eran siamesas unidas por el tórax y el abdomen y se encontraban en grave estado. Finalmente murieron en la noche del miércoles.
"Sucedió lo que era previsible para la ciencia, ya que las siamesas estaban muy graves y padecían múltiples malformaciones", declaró el jefe de Cardiopatía Congénita de esa provincia, Juan Nieto.
"Se evaluaron probables operaciones tanto para separarlas como para solucionar sus graves problemas orgánicos, pero se llegó a la conclusión de que todo era imposible de llevar adelante", agregó el especialista.
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Estaba claro de que se trataba de una situación extraordinaria y que tenían pocas chances de sobrevivir. "Sólo una serie de gemelos nace unida con vida cada 400.000 partos", había informado la directora del centro médico, Rosa Dávila, tras el parto.
Las tres hermanas habían nacido con 30 semanas de gestación y muy bajo peso. Renata, la beba que no nació unida, sigue internada y evoluciona favorablemente. "Tiene muchas probabilidades de sobrevivir", afirmó Nieto. La madre de las niñas también continúa hospitalizada y se encuentra en buen estado de salud.
