Un ladrón de 35 años de edad fue atrapado junto a dos cómplices de 22 y 21, en la casa de su madre. Estaba herido. Tenía cortes en el cuello y la cabeza. Desesperado le hizo creer a la anciana que lo habían golpeado en un intento de asalto en una plaza.
La madre le creyó y en medio de la confusión llamó a un médico y también a la Policía. Cuando los efectivos comenzaron a investigar. El relato no les cerró y se dieron cuenta que era el ladrón que entró a robar en una vivienda de la calle Neuquén, en Villa Nueva.
En esa casa donde entró a robar, el delincuente recibió un fuerte golpe y se trabó en lucha con el dueño. En la pelea, le tiraron con un jarrón cuando intentaban escapar.