La autopsia terminó confirmando lo que a simple vista ya parecía un brutal crimen: Débora Ríos, la playera de una estación de servicio de Moreno, Buenos Aires, fue asesinada sin piedad por al menos dos ladrones.
Aunque en un primer momento se pensó que los asesinos usaron una botella de vidrio, la pericia comprobó que la víctima, de 36 años, fue apuñalada 31 veces con un destornillador y la remataron de un fuerte golpe en la cabeza. La mujer fue interceptada a las 4 de la madrugada, cuando caminaba hacia la estación de servicio en la que trabajaba como playera.
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Por el momento hay dos jóvenes detenidos, de 20 y 24 años. Viven a pocos metros de la casa de la víctima. Los investigadores suponen que Ríos intentó defenderse del robo con gas pimienta, ya que no era la primera vez que la asaltaban, y recibió las lesiones en el estómago y en los brazos.
Súplica
Una testigo que vio el horror a pocos metros permitió reconstruir el hecho. Según su testimonio, uno de los hombres le dijo "entregá todo que no te vamos a lastimar" y ella rogó que no la maten: "No me hagas nada que tengo un hijo".
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Tras matarla, los delincuentes escaparon con el teléfono celular y la mochila. Los ladrones fueron identificados como Enzo Leonel Aylan (24), quien lavó sus zapatillas manchadas con sangre, y Alexis Matcovich (20).
El hijo de Débora tiene 13 años. Según informa Todo Noticias, la mujer había ahorrado durante años para comprarse su propia casa y era el sostén de familia.