La gente observó la extraña mancha en la tarde del viernes, sacó fotografías y las compartió en El Doce y Vos.
Maru Belart comentó con alarma y preocupación: “Están tirando pintura al Suquía”.
Hasta el momento ni los organismos municipales, ni provinciales responsables de controlar explicaron si se trató de ese producto o algún otro contaminante.
Tampoco se informó sobre la presencia de controles o inspecciones en el lugar del volcamiento del extraño producto.
Salvo para los vecinos que se tomaron el trabajo de denunciar el fenómeno, el resto ignoró lo que pasó.
El Suquía ha sido intervenido con obras de infraestructura millonarias para embellecer su costanera, pero de la calidad del agua nadie se hace cargo.
Así, tanto los funcionarios como los vecinos inescrupulosos siguen aportando al deterioro del cauce.
“Se gastó mucho para mejorar el paseo, pero por debajo se parece cada vez más al riachuelo”, comentó un vecino que pasaba por el lugar paseando su perro.
Además, el río está muy contaminado por la cantidad de líquidos cloacales que se arrojan a su paso y en la planta potabilizadora de Bajo Grande.