El alerta llegó desde Alemania: Interpol pidió la detención de un hombre, identificado como A.C., que compartió un repugnante video de pornografía infantil. El allanamiento para atraparlo fue realizado por la Policía Federal en Villa Lugano, Buenos Aires.
El acusado compartió por internet durante cuatro meses un video estremecedor de una violación grupal a una nena de 5 años. Sus características, inclusive, son distintas a lo que generalmente encuentran los investigadores: no se trata de un video corto y casero, sino de una producción que habría sido grabada en Europa de 32 minutos de pedofilia explícita.
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La criatura de 5 años es sometida por dos mujeres de unos 40 años que usan antifaces de cotillón y un hombre de unos 50. Ninguno dice una palabra más que gemidos mientras violan a la víctima, ya totalmente desnuda. En el final, los tres la limpian en una bañera.
Estudiando sus movimientos en internet, la Justicia argentina logró identificar la ubicación del depravado. Tiene alrededor de 40 años y trabaja como empleado administrativo en una escuela pública. No solo descargó y miró el video, sino que utilizó la red eDonkey (similar al antiguo Ares) para recompartir la aberración.
En Córdoba
Además del operativo en Villa Lugano, también se realizaron allanamientos en Capital Federal, Mar del Plata, Chascomús y la capital de nuestra provincia. Infobae informó que todos los sospechosos de utilizar el material tienen unos 30 años, viven solos y tienen conocimientos de computación.
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Pese al trabajo de las autoridades, A.C. podría salir en libertad en poco tiempo: en Argentina, la distribución de pornografía infantil es un delito excarcelable.
Horror en casa
En su propiedad, el detenido, al que los vecinos describieron como un hombre "bueno", tenía computadoras (once notebooks), celulares, pendrives y discos que están siendo estudiados. También hallaron una réplica de una pistola calibre .45 y una Bersa verdadera. Además, coleccionaba revistas con imágenes de famosas y otras publicaciones directamente pornográficas.
Pero un hallazgo encendió las alarmas aún más: el hombre guardaba una colección de ropa interior de niñas. Las bombachas tenían distintos dibujos, como una con la cara del canario Tweety. Todas serán sometidas a estudios de ADN para descartar posibles abusos.