Las casillas de recarga de boletos del transporte urbano ya son parte del paisaje de la ciudad de Córdoba. Pero adentro de esas diminutas estructuras de chapa y de colores hay vida.
Son 16 las familias que viven de ese negocio. Sin embargo, su realidad es complicada desde 1988, cuando fueron instaladas por primera vez. Desde entonces, denuncian que están bajo precarización laboral.
“Por poco, a los cuatro hijos no los parí acá adentro”, aseguró Estela Ledesma en un informe especial realizado por Luchi Ybañez en Noticiero Doce. Trabaja hace 33 años en el mismo lugar y denunció que no tiene vacaciones, no le pagan aguinaldo, tampoco obra social, no tiene sueldo fijo y mucho menos licencia por maternidad.
Antes vendían cospeles de diferentes tamaños y colores. Luego comenzaron a cargar las tarjetas Red Bus. El sistema evolucionó, pero la condición laboral no. Carolina Moreno, otra trabajadora, reveló: “Somos la cara visible, pero no figuramos en ningún lado del sistema”.
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Los reclamos se repiten en cada una de las casillas. Sonia Cejas remarcó que “están totalmente desamparados” y que “cobran el 1 por ciento de lo que recaudan”. Trabajan 12 horas por día y ni siquiera tienen un baño.
Las casillas están ubicadas en lugares estratégicos del centro de la ciudad. Lentamente fueron desplazadas por las nuevas aplicaciones de carga de pasajes. Por ahora sobreviven, pero siguen encasillados y en negro.
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Pasaron ocho intendencias y la situación no cambia
En 1988, Ramón B. Mestre instaló las casillas. La medida continuó con quienes lo sucedieron: Rubén Martí (1991-1999), Germán Kammerath (1999-2003), Luis Juez (2003-2007), Daniel Giacomino (2007-2011), Ramón Mestre (2011-2019) y, en la actualidad con el intendente Martín Llaryora.
“Fuimos muchísimas veces a la Municipalidad, reciben nuestra queja y jamás tuvimos respuestas”, lamentó Estela. Pasaron 34 años y siguen sin ser escuchados. En todo este tiempo, reveló que jamás fueron controlados por Afip ni el Ministerio de Trabajo.
La precarización laboral aún no fue resuelta. Con los ojos llenos de lágrimas, Estela recordó que fue a atender después de haber dado a luz: “Fue un maltrato total como mujer. Con esto de los derechos de la mujer digo: ‘¡Qué atropellamiento durante tantos años!’”.
+ VIDEO: el informe de Luchi Ybañez en Noticiero Doce