“Cada vez siento más la ausencia de mi hijo”, expresó con profundo dolor Wladimir Aranda, papá de Luciano, el nene de 14 años que murió electrocutado cuando jugaba al fútbol en una plaza de barrio Alto Alberdi.
Pasó un año de aquella tragedia que enlutó a la ciudad de Córdoba. Era una tarde de verano cuando el adolescente recibió una descarga eléctrica de un poste de alumbrado público.
Por el hecho, cuatro empleados de la Municipalidad de Córdoba están imputados por homicidio culposo. Se trata de Hugo Chocobares, Ramón Cuello -jefe de Mantenimiento de Alumbrado Público-, Marcos Farioli y Julio Sebastián Banegas.
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El fiscal Guillermo González informó a ElDoce.tv que la causa está “bastante avanzada” y “aspiran elevarla a juicio”, aunque no hay fecha asignada por el momento.
“En principio no hay más imputados”, aclaró el fiscal González. Y remarcó que “la investigación no está cerrada” y siguen “tomando testimonios”. Los imputados fueron llamados a indagatoria en diciembre pasado, pero se abstuvieron a declarar.
Un dolor irreparable
Después de la tragedia, Wladimir Aranda y su segundo hijo de 13 años iniciaron una nueva vida en la ciudad de Oliva. Este 25 de enero regresaron a Córdoba para llevarle flores a Luciano en el cementerio.
En medio de la lluvia, emprendieron viaje para homenajear al adolescente fallecido. “Él quiere estar con su hermano”, reveló Aranda al referir a su segundo hijo en diálogo con radio Mitre Córdoba.
“Antes éramos tres, ahora somos mi hijo y yo. Tratando de apoyarlo a sobrellevar este tema. No es fácil. No se supera, lleva tiempo aprender a vivir sin él”, expresó.
Respecto a la causa, el hombre cuestionó a los imputados y aseguró que “siente que se le ríen, que están jugando”. Por eso exigió que “se hagan cargo”.
“Están provocando el agotamiento para abandonar, pero si hay algo que tengo es resistencia”, manifestó en referencia a algunas demoras que se produjeron en los últimos meses del año pasado.
El mensaje al fiscal
El papá de Luciano Aranda le suplicó al fiscal Guillermo González que “haga justicia”. “No han controlado las actividades que habían sido solicitadas, no cumplieron con su función y se les paga. Yo no pido nada, lo único que quiero es que arreglen las plazas y no muera otro chico”, subrayó Aranda.
Por esta razón, insistió en que “con plata no se arregla la vida de nadie, menos la de un hijo”. “Hay que estar en el cuero de un padre para poder entender. Señor fiscal, póngase en el lado de padre”, exigió.
Consultado sobre estas declaraciones, el fiscal González reflexionó en ElDoce.tv: “Uno como fiscal entiende siempre, acompaña y empatiza con el dolor de los familiares de las víctimas. El trabajo de uno es ese precisamente y lo hacemos con compromiso siempre”.
La palabra del abogado
Carlos Nayi, quien representa a la familia Aranda, aclaró a este medio que “la prueba es compacta” y que los empleados municipales tuvieron una conducta “negligente” en sus tareas como responsables del mantenimiento y del buen funcionamiento de las instalaciones de las plazas de la ciudad.
El abogado detalló que, a través del papá de Luciano Aranda, iniciaron una acción civil dirigida contra los imputados y la Municipalidad de Córdoba. Por lo que solicitaron la reparación económica a la familia de la víctima.