Todo comenzó en 2010, cuando decideron convertirse en padres. Sus deseos crecían a medida que pasaban los días, por eso planificaron un viaje para relajarse y así concebir a su primer hijo. Sin embargo, un llamado cambió los planes de manera completa.
Un año antes se inscribieron en el programa “Familias para Familias”, que desarrolla el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos a través de la SeNAF. Pero jamás imaginaron que algún día sonaría el teléfono para que su hogar de Carlos Paz se convierta en el de una pequeña de tres años, que había sido apartada de sus padres biológicos y estaba en el Hogar Eva Perón.
“Uga venía con su pasado, con una historia. Hubo que adaptarse, convivir con muchas dificultades. Fue difícil, pero teníamos una gran alegría”, aseguró el hombre a La Voz de San Justo. Lo que iba a ser algo transitorio, terminó siendo para siempre. “Se nos propuso adoptarla y no dudamos ni un segundo. Ella siempre fue nuestra hija, parte de la familia desde el primer momento”, agregó emocionado.
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Pero en 2013 la sorpresa fue aún más grande, cuando recibieron otro llamado. La niña tenía cuatro hermanos varones que vivían en el Hogar Padre Luchesse “Asociación Civil Bethel Casas de Dios”, en Villa Allende, y querían verla. Fue así como comenzaron a encontrarse con su hermanita y el vínculo fue cada vez más fuerte.
En octubre de 2015, la familia se agrandó. En cuatro años, se convirtieron en padres primerizos y pasaron a ser siete en total: adoptaron a los chicos y ya nadie iba a volver a separarlos. “Nosotros no los adoptamos, ellos nos adoptaron a nosotros”, reflexionaron al ver el hermoso hogar que lograron construir junto a sus cinco hijos que hoy tienen 18, 16, 15, 14 y 11 años.