Lo que iba a ser un viaje soñado para una familia en Punta Cana terminó en la peor pesadilla. Candela Aylén Saccone, una adolescente de 15 años de Villa Ballester, se desmayó poco antes del vuelo de regreso y comenzó a vivir un calvario.
Los médicos del hotel que la atendieron informaron a los pocos minutos que se trataba de algo grave. El miércoles fue internada en el Centro Médico de Punta Cana, le diagnosticaron cetoacidosis diabética (exceso de ácidos en la sangre) y decidieron inducirla al coma.
Sin embargo, mientras esperaban un traslado a la capital del país, Santo Domingo, la situación se agravó y cayó en coma por sus propios medios. La máxima gravedad y el riesgo de vida hicieron que los médicos pidan su traslado al Hospital General de la Plaza, y allí comenzó otra batalla contra la burocracia.
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Según denunció el entorno de la familia a La Nación, la compañía Assist Card negó el servicio de asistencia al viajero. "La cobertura aún no lo autorizó a la espera de los presupuestos", dijo Ana Callero, una amiga.
Ante la difusión que comenzaron a darle en las redes sociales, la empresa emitió un comunicado en el que afirmó garantizar "todos los servicios que necesitaron", inclusive "fuera del alcance del producto contratado", y prometió cubrir hasta los gastos de la recuperación.
La versión de la familia es otra. Aseguran que la cónsul argentina en Santo Domingo gestionó la cama en el hospital solicitado y ahora intenta brindar el traslado a Argentina.
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"Ella no era diabética antes y de buenas a primeras sufrió un desmayo y entró en coma. Eso provocó una insuficiencia renal y edema cerebral. Estuvimos padeciendo con la empresa Assit Card la lamentable ayuda", se quejó Callero, aunque se esperanzó: "Es un cuadro reversible pero si no se toman las medidas en tiempo y forma se agrava. Ella está muy grave".