El acoso escolar de forma continuada a un niño en la escuela, puede traer severas consecuencias y quizás puede ser demasiado tarde cuando los adultos se dan cuenta del sufrimiento de sus hijos.
En la Escuela Nº 82 de Neuquén, una niña de 10 años se cansó de ser el blanco de sus compañeros y recibir todo tipo de burlas. Cruzó todos los límites: como último recurso intentó quitarse la vida.
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Se encerró en el baño de su casa con un cuchillo. Afortunadamente sus padres llegaron justo a tiempo y la rescataron. La mamá había encontrado una carta que su hija le escribió minutos antes de lo que podría haber terminado en una tragedia.
Con mucho dolor y desesperación, le escribió de puño y letra todo lo que estaba sucediendo. “Soy una manzana podrida porque nadie quiere jugar conmigo, nadie me habla y todos me maltratan. Quiero morir, no quiero vivir más así, mamá te voy a extrañar”, decía en un intento de despedida.
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Por su parte, el padre de la pequeña reveló que en el colegio “le arrancan las hojas, los compañeros la patean, la pellizcan”. Además, indicó en diálogo con un medio de Neuquén que “todo comenzó con la maestra de matemática, que dijo que la nena sufre una discapacidad, la llevamos al neurólogo y negaron esto”.
A un mes de terminar las clases, la nena víctima de bullying no puede volver al colegio y su futuro es un verdadero interrogante.