Nora Dalmasso fue asesinada el 26 de noviembre de 2006. Esa madrugada estaba sola en su casa de barrio Villa Golf en Río Cuarto. Su hijo Facundo se encontraba en Córdoba estudiando su carrera universitaria. Su hija Valentina, menor de edad, estaba en Estados Unidos de intercambio.
Pasaron 15 años del crimen y sigue sin resolverse. En la tercera jornada del juicio, que tiene al viudo Marcelo Macarrón como único imputado, los hijos del matrimonio declararon como testigos.
La primera en sentarse frente al estrado de Tribunales de Río Cuarto fue Valentina. Los nervios se apoderaron de su cuerpo. No podía contener las lágrimas. En sus manos tenía un pañuelo descartable y a cada rato se secaba las lágrimas.
Marcelo Britos, el abogado del padre, comenzó a hacerle preguntas. Una de ellas fue si tenía conocimientos acerca de la realidad del matrimonio de sus padres, ya que una de las hipótesis del móvil –mandó a matar a su esposa- es la separación.
“Tenían problemas como todas las parejas, pero cosas normales. Nunca hubo violencia. Siempre nos criaron con mucho amor y muchos valores”, afirmó. Además, defendió la imagen de Nora Dalmasso y rompió en llanto al recordarla: "Mi mamá era una excelente persona, muy compañera de mi papá". Y destacó: "Fue una madre muy presente y la extrañamos mucho".
Tenía 16 años cuando recibió la peor noticia desde el país norteamericano. Atravesó la mitad de su propia vida con interrogantes que siguen sin resolverse, como la pregunta que ni siquiera los cinco fiscales que investigaron la causa pudieron hacerlo: ¿quién mató a su mamá?
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En su defensa, Valentina Macarrón apuntó contra el fiscal Javier di Santo y los medios de comunicación en el inicio de la investigación. "De mí dijeron barbaridades", cuestionó. Y recordó cuando se filtró una carta que le escribió a su papá y, por expresarle su cariño, comenzaron a circular las versiones de que "mantenían una relación de incesto".
“Nosotros siempre quisimos saber la verdad y siempre fueron contra la familia. Fue durísimo”, expresó angustiada. “Somos una familia inocente”, sentenció.
Sospechas
Michel Rohrer, alias “el Francés”, quedó en el centro de la escena. Durante su exposición, la joven de 30 años contó que el empresario, muy amigo de la familia, fue el encargado de buscarla en el aeropuerto de Córdoba cuando adelantó su regreso de Chicago.
Reveló que "era violento" y que "miraba mucho" a su mamá. Además, detalló que tiempo después del homicidio de Nora Dalmasso, el Francés se fue de Río Cuarto. "Nunca lo volví a ver a Rohrer, siempre le tuve miedo", confesó.
El lunes, la hija de Dalmasso y Macarrón habló por primera vez ante las cámaras de El Doce. Puso en duda las pruebas de ADN que Roher presentó ante la Justicia: “No tuvo perito de control. Es como si te mandaran a hacerte un ADN y lo traigas hecho de tu casa”. Y volvió a respaldar la inocencia de su padre, tal como lo hizo su hermano Facundo.
En 2007, Michel Rohrer declaró como testigo y aseguró que el día del crimen se encontraba en Buenos Aires. Sin embargo, los peritajes de su teléfono indicaban que estuvo en la zona de Río Cuarto y de Las Acequias.
Qué dijo el viudo
Marcelo Macarrón está acusado por homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria. Es decir, apuntado por ser el autor intelectual. En el segundo día del juicio, declaró durante 15 minutos. Quebró en llanto y pidió dar concluida su exposición.
Aseguró que vivió un calvario durante todos estos años y afirmó que atravesó momentos de depresión que lo llevaron a pensar en suicidarse. Insistió en que es inocente y apuntó contra el fiscal Luis Pizarro, al que definió como un “mentiroso”.