Alejandro desde Bariloche. David desde Río Cuarto. Ambos son veteranos de Malvinas y por ahora, es la tecnología la única vía de comunicación. Gracias a las redes sociales y 38 años después aquellos jóvenes soldados pudieron ponerle nombre a uno de los recuerdos de uno de los momentos más fuertes que les tocó transitar.
“Hace mucho tiempo que lo venía buscando, me quedó muy grabado ese soldado en mis primeros momentos de enfermería”, cuenta Alejandro y recuerda que fue un 11 de abril el día que llegó a Malvinas.
“Yo recién empezaba, había egresado un año antes, era medio enfermero y era un cabo en comisión, ni siquiera llegaba a cabo, el grado más bajo de personal de cuadra”, explica Alejandro para representar la responsabilidad de velar por la vida de otra persona.
Un día llegó un soldado gravemente herido y las condiciones en las que se encontraba obligaban a amputarle la pierna.
+ MIRÁ MÁS: El largo silencio de Malvinas
Sin embargo, Alejandro prometió cuidarlo y salvarle la pierna y la vida. No fue fácil: “El soldado quiso quedarse, en ese momento había posibilidad de trasladarse pero accedió a quedarse y recuperarse para estar con sus compañeros”. Esa fortaleza y ese coraje es lo que los unió hace tanto tiempo.
Cuando le preguntan a David por sus piernas es contundente en la respuesta: “Están muy bien, gracias a Dios, funcionan perfectamente mis dos columnas”. Y sólo tiene palabras de agradecimiento para ese cabo que lo cuidó. No hay que olvidar que mientras se recuperaba la guerra transcurría.
Los recuerdos de la guerra no son fáciles de procesar. “Este reencuentro con Alejandro sacó del baúl un montón de cosas que estaban guardadas tal vez para siempre”.
“Mi amigo Alejandro”, así elige David llamar a quien le salvó primero su pierna, después su vida y mucho después sus recuerdos.
Ahora falta el encuentro. “Asado de por medio”, dice Alejandro y David asiente, esa es la promesa del encuentro cuando la cuarentena lo permita.
“Yo tengo muchas ganas de encontrarme y poder abrazarlo para agradecerle todo ese interés tan profundo por saber de mí y eso habla de la calidad humana”, cierra David la charla que por fin continúa después de estar postergada tantos años.
+ VIDEO: La entrevista completa a Alejandro Olivera y David Abatti: