Miqueas Farías, de apenas dos años, murió este martes tras ser picado por un alacrán el sábado. Al contar la lamentable noticia, los padres señalaron la precaria situación económica que atraviesan, que pudo haber influido en la tragedia y que impidió encontrar al insecto.
En Arriba Córdoba, Pablo Farías, el papá, dijo que el piso tiene "una banda de huecos", que las paredes están revocadas con barro y que el techo es de chapa. Horas más tarde, el móvil de Noticiero Doce se acercó a la casa de barrio Urquiza y comprobó el desgarrador contexto donde crecía la criatura.
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Los tres vivían en una sola habitación de la casa de los abuelos paternos en calle Castillo al 2.800. El hombre vive de changas, pero actualmente está sin empleo y padecen necesidades de todo tipo.
"Hay muchas familias en la misma situación que la de Miqueas", advirtieron los vecinos del niño.
La muerte generó consternación en el barrio y los vecinos aseguran que se podría haber evitado. "Este barrio ha sido marginado, nunca lo han tenido en cuenta. Así lo demuestran las calles rotas, no hay condiciones para las familias. Hay muchas familias en la misma situación que la de Miqueas", advirtió una de las vecinas.
Por su parte, el tío de Miqueas confirmó el drama: "Estaba muy abandonada la madre, no tenía ayuda de nadie. Le pido a la gente que por favor nos den una mano, no tienen el piso hecho, el techo es de chapa".
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